jueves, 11 de enero de 2018

PARQUE NACIONAL MOCHIMA DESDE EL PUEBLO DE MOCHIMA





PLAYAS CRISTALINAS, GENTE AGRADABLE, HOSPEDAJE, BUENA COMIDA Y HASTA OPCIONES PARA ACAMPAR

    Desde niño he visitado Mochima con mis padres y he seguido yendo y regresando cada vez que las circunstancias me dejan escaparme unos días.

    El parque nacional es extenso y está compuesto por una serie de cayos que van desde las cercanías de las costas de Puerto La Cruz hasta las cercanías de las costas de Cumaná. Pasando por toda la vía que conecta a ambas ciudades, se encuentran puntos estratégicos para tomar lanchas y visitar tanto los cayos, como lo son, el propio paso colón (no se como le habrán llamado hoy en día el gobierno actual), como Santa Fe, Cumaná y el pueblo de Mochima del cual escribiremos hoy. Igualmente comprenden el parque algunas playas que se encuentran en la costa continental, que sin ser islotes, igual están en el territorio del Parque y si bien se encuentran en la costa, no tienen acceso vía terrestre y hay que llegar en lancha.

     Mochima, como todo destino turístico de alta demanda, se llena en temporadas de Semana Santa, Carnavales, Navidades y celebraciones de Virgen del Valle, por lo cual, procuro evitar esas fechas, aunque la última referida es muy interesante, ya que se observan las celebraciones tradicionales de procesión en lancha de la virgen, así como organizarse conciertos de música tradicional oriental, como galerones que actualmente resultan difíciles de experimentar.

    El pueblo de Mochima queda en la vía que conduce de Puerto La Cruz a Cumaná, en el medio de la vía, arriba de una colina se encuentra la desviación bien señalizada hacia el pueblo de Mochima. En toda la entrada hay unos kioscos de empanadas y queda en una curva, por lo que hay que ser prudentes cuando se está llegando, la vía es montañosa y requiere atención.

Vista desde mirador en la vía que conduce desde la
desviación principal hasta el pueblo de Mochima
    Si va en Bus, puede tomar desde Caracas o desde cualquier zona al occidente del país, uno que conduzca hacia Cumaná y pedirle que haga la parada en la entrada de Mochima, allí en la entrada al pueblo tiene la opción de caminar hacia abajo por la carretera, que es de doble vía y es poco transitada, aparte de ser bastante empinada y con una vista muy bonita, por lo que los autos que transitan por esa vía lo hacen a poca velocidad y hasta le pueden dar el aventón para el pueblo ya que esa vía solo conduce al pueblo de Mochima, por lo que tienen la opción bajar caminando, pedir aventón o esperar a un transporte que viene desde Cumaná y pararlo  y bajar con ellos.

    El pueblo de Mochima tiene un montón de posadas de todo tipo de calidad y tamaños, todos ellos tienen contactos con lancheros que pueden llevarlos en viajes exclusivos de ser su elección.

     Las habitaciones en el pueblo son básicas, pero tienen muchísimas opciones, hay gente que alquila casas completas equipadas hasta con cocina, donde uno puede ir con su grupo numeroso y sentirse cómodo.

    En el pueblo hay de todo, desde puestos de empanadas, hasta restaurantes, lo que no tiene, como por ejemplo Choroní, es un área común concurrida, donde la gente vaya a reunirse y pasar el tiempo, pero en cada esquina del pequeño pueblo, la gente anda sin temor compartiendo y en la noche, como no hay casi tráfico de vehículos, la gente comparte a lo largo de las calles en general, cerca de sus posadas, casas o sitios donde se estén quedando, pero es lo único que podría señalar del pueblo, hasta la fecha en la que fui, no existía un sitio céntrico público donde poder sentarse, como si se puede hacer por ejemplo, en el Malecón de Choroní

     En la parte principal del pueblo, está el puerto con un área grande donde estacionan los que generalmente van ida por vuelta y allí mismo hay supermercados y licorerías, por lo que puede ir sin problema y abastecerse con lo necesario para pasar el día (ya que acá los venezolanos somos de la costumbre de llevar uno mismo su cavita en cuanto a las bebidas se refiere). En lo que se refiere a comida, si recomiendo que se deleite con las opciones que encuentra en la playa, desde empanadas hasta mariscos puede mandar a preparar para que se lo sirvan a una determinada hora, pudiendo comer en el sitio donde se encuentre instalado en la playa o en las mesas cercanas a las cocinas de los puestos. Es excelente, para los más exigentes, uno se dirige a las cavas donde tienen guardado los pescados y elige específicamente el pescado que quiere que le preparen a la hora que desee y últimamente, los vendedores de pescado incluso pasean con sus mejores ejemplares por la playa, ofreciéndolos directamente en las sillas donde se sientan los turistas o temporadistas.

     Hay bastantes playas yendo desde Mochima, están Playa Blanca, Cautaro, Cautarito, Puinare, Manare, entre otras...

    A las playas se llega en peñeros que cobran por viaje, por lo que casi siempre al ir en grupos pequeños o parejas, me pongo de acuerdo con alguna otra pareja o grupo pequeño para ir al mismo sitio, ya que las lanchas tienen una capacidad aproximada de 8 personas por viaje, por lo que dos grupos de personas o entre 3 y 4 parejas, pueden contratar el viaje, aunque como todo, los precios aunque sean muchas veces son los de la organización, siempre hay flexibilidad de negociación. Actualmente costos con el aumento de los lubricantes no me imagino a cuanto han elevado los precios de los pasajes, sin embargo, pese a lo que puedan haber aumentado, estoy seguro que vale la pena, pero igual, negocie u organícese con varias personas para economizar algo.-

    Casi todas las playas tienen corales cercanos, por lo que recomiendo se lleven caretas, chapaleas y snorkels para dar un vistazo a esa belleza superficial y también en el puerto hay alquiler de equipo de buceo, para aquellos que quieren ir más profundo, tienen perfectamente esa opción, aunque no lo he realizado en esas costas, si he visto la oficina de la operadora de buceo.-

    Estas playas son básicas, aguas cristalinas, toldos, sillas, ventas de comida y bebidas, aguas calmas en la mayoría de las islas y algo que pudiese destacar es que casi ninguna tiene muelle para desembarcar del peñero, por lo que si va con gente mayor, pregunte mejor por cuales son las playas que cuentan con muelle, ya que es un tema a considerar, más aún cuando el oleaje se encuentre un poco fuerte.

     Son muchísimas las veces que he ido y hoy no realizo un relato de un viaje en específico, por lo que les dejo a continuación una serie de fotografías de los cayos que he visitado en los últimos 10 años, de forma aleatoria.-



Turistas Felices vía Manare :)
para pasar el fin de año 2009


Toldos de Manare

Fin de año 2009, con la gente de Couchsurfing, gente Svenja de Alemania, John de USA, Marcelo de Brasil,
Joly de Maracaibo (ahora en Chile), Milagros de Cumaná (ahora en Colombia), y Caracas el resto.... todos disfrutando al 3.000% Saludos a todos...




Manare desde Arriba

Acá si podría agregar que aunque Manare es una de las playas más lejanas y tortuosas de llegar en lancha, su playa al estar en una especia de ensenada, sus aguas son de las más calmadas por lo que aunque carezca de muelle, la verdad no hace falta por resultar prácticamente una piscina natural. Abajo prueba de lo escrito...

Lancha totalmente calma sin mucha necesidad de su ancla

La vegetación es xerófila, así que si va a explorar por la montaña,
póngase zapatos como dicen por allá "responsables"

Cultura Caveristica, full equipo "Publicidad no Pagada"

31 de Diciembre 2010, pasando el fin de año en la playa




Campamento, hotel de 1.000.000 de estrellas, habitual en este blog...


Vista del campamento desde arriba





Unos 20 años atras, cuando tenía cabello, Playa Blanca
esperando el pescado ordenado en el restaurant

No todo es pescado frito, foto denominada
por la fotógrafa de la época como  Sweet Tooth,
por estar comiendo conserva de coco

Cena en Manare, le colocan la mesa donde ud quiera,
incluso en el agua mojándose los pies...
Closer....



Calamares Rebosados con tostones, salsa de tomate, mayonesa y limas
(acá en Venezuela le llamamos limones) 
Mixto de Catalana y Carita, con ensalada rallada, tostón y arepas...
Campamento en Las Maritas Diciembre 2009....

Las Maritas, vista desde el campamento :)

Velero, Peñero, venga como venga





Gaviota cerca del Muelle Las Maritas
(Las Maritas cuenta con muelle)

    Pues bien, es fácil de llegar, quizá hoy en día resulte un poco costoso, pero igual merece la pena, es una inversión en lo más importante en Usted, así que organícese, saque el tiempo reúna un poco de dinero para este escape y como siempre le escribo en este blog

        Disfrute...




martes, 9 de enero de 2018

Margarita en Bicicleta


    Un recorrido poco tradicional por playas menos concurridas que las cercanas al centro...

    Luego de viajar fuera del país en bicicleta, decidí hacer lo mismo en Venezuela y tomar un avión con mi bici como equipaje adicional en el 2015 para la Isla de Margarita.

    Anteriormente viajaba con frecuencia para El Yaque con amigos aficionados al windsurf, donde aprendí un poco, pero nada del otro mundo, pero no salía mucho del circuito de El Yaque y de la rumba de Porlamar.

    Para un recorrido por la isla, el equipaje es super ligero, solo empaqué dos shorts de baño, una bermuda, una camisa, dos franelas y ropa de bici (licras, casco, guantes) y por supuesto, toalla para la playa y artículos de aseo personal, lo que sumado a la funda de la bicicleta, tenía este aspecto en la ruta (un poco desordenado en la foto por ser una parada playera)

Stop en Playa Zaragoza

    Pues en Bicicleta, todo fue distinto, salvo la primera noche. Luego de aterrizar en la isla, armé mi bici en plena plaza del aeropuerto, lo normal cuando uno viaja en bici: armar el manubrio, la rueda delantera, los pedales, ajustar el asiento e inflar los cauchos que obligan a desinflar por motivo de la descompresión del aire en la zona de las maletas.

El Yaque a solo 7 kms del Aeropuerto,
Mucha brisa si
     De allí, decidí irme para territorio conocido para ajustar todo y pasar un día de relax y me fui a Playa El Yaque. No era temporada y ya las cosas andaban distinto en Venezuela, así que la playa no tenía mucha gente como antes, cuando se encontraba llena de turistas de todo el mundo por el famoso viento que pega en ese sitio, sin embargo, los bares y restaurantes estaban abiertos y comencé comiéndome una catalana cera de la cancha del pueblo, no tan exclusivo como comer a orillas de la playa, pero más económico y con el mismo sabor.





    Con la barriga llena, me fui a la playa, pero la brisa constante aveces resulta un poco molesta, así que exploré la parte izquierda de la playa y detrás de una pequeña colina, había una playa que casi nadie visita, pero que tiene aguas más cristalinas y no está dentro de la ruta de los que practican windsurf ni kitesurf, así que decidí tirar la toalla allí en esa playa...



    No creía que estaría activo, pero en la noche pasé por la playa nuevamente y muchos bares estaban trabajando pese a ser mitad de semana, así que me tomé unos Cubalibres en Beach Bar, no muchos para no forzar la jornada del día siguiente, que era un poco larga y no sabía como iba a ser el clima en la isla para rodar (luego de haber pedaleado en Europa con frío  verdaderamente no sabía que esperar en la isla).












    Salí super temprano (uno verdaderamente duerme distinto fuera de Caracas al saberse lejos, se descansa más), el punto a llegar era "lejano", y una vez más el hecho e ir entre semana, se notaba tanto en la vía como en la playa al llegar, yo no conocía Punta Arenas y al llegar cerca de las 10:00 a.m., me quedé en el primer sitio que encontré, habían un montón de toldos y sillas, en las que me instalé y por ser día de semana, la gente no estaba activa económicamente, por lo que no me cobraron por las sillas ni por el toldo que utilicé, pero no había servicio de comida (en la zona en que me quedé), pero recorriendo, en unos ranchitos que están en plena playa, de las personas que pescan por la zona y cuidan las sillas y toldos durante los días de semana solitarios, luego de preguntar, acordaron prepararme un pescado frito que tenían con un arroz y un sofrito de cebolla que era lo poco que tenían, pero que luego de haber pedaleado durante la mañana, la verdad me supo a gloria, por lo que cerré el almuerzo playero, con un poquito de ron que había comprado en El Yaque el día anterior, a precios que verdaderamente no volverán...




















    Resultó que luego de las 3:00 p.m., luego de dormir un rato en la playa me enteré que la parte izquierda era la más modesta de Punta Arenas y en la parte derecha, más hacia el norte, estaba una playa un poco más cristalina, con un poco más de instalaciones y por supuesto, más costoso, pero vale todo la pena.

    A esa hora entonces me dirigí a una posada muy recomendada por la gente de BiciMargarita, a los que les mando un saludo, queda dicha posada al norte de Macanao, en una zona que llaman Playa La Pared, es una posada muy peculiar, donde tienen muchos adornos colgantes y que por la brisa, siempre están sonando, sus dueños prestan servicios de masajes y la comida es bastante buena, se llama Makatao, en la orilla de la colina que está frente a la playa, cuentan con unos toldos con hamacas y resulta super relajarte, aparte que las habitaciones son una especie de cabañas super espaciosas, como para ir con bastante gente e instalarse lejos del resto rumberos que invaden la parte este de la isla.

    Acá unas fotos de la posada, altamente recomendada ahora por mi también....

De Punta Arenas a Makatao

Vista desde lo alto de la colina de Playa La Pared,
Zona exclusiva de la posada

Compañero de la zona

Buena compañía :)



Habitación de dicha oportunidad, el piso de arriba de esa cabaña,
super fresca por la brisa de Macanao























Habitación super espaciosa, acá verdaderamente
pueden quedarse unas 5 personas cómodamente

Cena incluida, aunque se haya ido la luz
Desayuno también incluido y a pedalear...
    Luego del desayuno, fui a visitar a una amiga que montó una posada en La Guardia, donde igualmente, frente a la playa, otro pescado frito fue mi recepción, con unas cuantas cervecitas, hizo mi jornada bastante llevadera... La posada está frente a la playa y se llama Tukusito, atendida para la época por su dueña, la bella Marlene, que cocina magnífico, además de emplatar bastante bien el pescado, dándole un aspecto gourmet. Esa tarde me comí un Tajalíbastante sabroso y estuve caminando por la playa, pero ya los días rodando me estaban pasando un poco factura y dormí temprano...

Jugo de Caña on the road..





Hidratación luego de la jornada ciclística :)

Atardecer desde Posada Tukusito, La Guardia, Margarita...

Tajalí con arroz y ensalada :)
Reporte de la posada en sus redes sociales, ya un poco colorado por el descuido :)
    De La Guardia continué mi trayecto sentido este, por la vía principal, haciendo una parada en Juan Griego donde tomé un jugo de piña en un puesto tradicional que antes era un carrito ambulante y ahora es uno de los kioscos que se encuentran en la parte principal de la playa y visité un fuerte que se encontraba allí también, así como un Faro que encontré en el camino, haciendo mi parada de rigor para una dosis de pescado, playa y descanso en Playa Zaragoza, que es si se quiere pequeña, pero cuenta con un bulevar bastante bonito en toda la orilla de la playa, lleno de restaurantes por supuesto de Pescados y sus aguas son bastante calmas y cálidas como para hasta dormir flotando por allí a la deriva...




Playa Zaragoza desde su parte derecha, ya retirándome...

    Luego de haber descansado y reposada la comida, seguí mi trayecto a la ciudad, para Porlamar, donde me esperaba una prima que vive desde hace tiempo allá en ese paraíso, sitio donde terminó mi jornada ciclística pero aún me esperaba unas cuantas cosas sabrosas más por degustar... 

     Irónicamente, al recuperarme del trayecto, nos fuimos en carro de regreso a Juan Griego, donde nos comimos unas pizzas super sabrosas con mariscos y otra de champiñones,  mientras se veía el ocaso famoso del sitio, que por descuido no pude captar, pero si el festín...



















Mi prima Francis

Pizza para variar :) 
Too late para el ocaso...

     Finalmente llegué a casa de mi amigo Jorge, quien me invitó a un restaurante muy sabroso en La Asunción "Pola", donde terminé mi experiencia Margariteña comiéndome un Pastel de Chucho (es como una mantarraya pero con otros colores de piel) super sabroso, tomando mi avión de vuelta a la realidad capitalina esa tarde, pero satisfecho de un tour que no muchos hacen pero que de verdad, espero que se animen a realizar
El reencuentro con el pana Jorge

El Legendario Pastel de Chucho...




    La isla, la vía, los margariteños y mis amigos me hicieron sentir super afortunado en esa mi primera vuelta a la isla, luego hice una en el 2016 y espero regresar y dar montones de vueltas recorriendo no solo los sitios más famosos sino hasta los huequitos más perdidos, en la vía vi bastantes veredas con playas perdidas y pueblitos de pescadores, que seguramente resultarán interesantes...

     Margarita es un tremendo sitio turístico y debo afirmar que mucha gente se concentra en la parte este, dejando sin visitar el centro de la isla y el oeste, parte a la que le falta más publicidad, con el ferry y la posibilidad que hoy les planteo no hay excusa, de hecho mi segundo viaje lo hice llegando en ferry, dejando el carro en Pto La Cruz y comenzando mi jornada desde  Punta de Piedras.

    Así que tome su equipaje y su bici, vaya a Margarita y Disfrute...