Dentro de lo que son las sorpresas que te da el ir a caminar sin planes específicos, me encontré con dos de los sitios más chic que pudiesen haber en Caracas. Estacioné el carro a media cuadra de la Plaza del Hatillo, bajando por Pastelhouse y mi idea era ir a Chorromanía a comprar un chocolate para sentarme en la plaza (si es que encontraba banquitos disponibles ya que era domingo y a las 7:00 p.m. resultaba como una misión imposible), pues bien, caminando desde abajo de esa calle a la plaza, vi una sala super decorada con muebles antiguos, lo cual daba una impresión de venta de garaje con mucho estilo, pero los muebles estaban dispuestos como para sentarse y la distribución de las antigüedades, estaban más bien como indiqué, como en una sala muy acogedora, y no había precios en ninguno de los artículos, por lo que me animé a preguntar, ¿Disculpe, esto es un café? y la respuesta fue afirmativa, por lo que enseguida entramos y pedimos unos chocolates calientes, nos sentamos en un sofá y comencé una tertulia muy buena, tanto con mi acompañante como con el dueño del sitio, tenían música francesa sonando, lo cual me recordó gratamente los viajes que en tiempos Cadiveños hice a Paris.-El sitio es relativamente nuevo, me dijo el dueño que apenas tiene unos 5 meses de abierto, tanto así que no presenta nombres fuera y bueno, faltan algunos detalles, pero está genial para tomar una de las bebidas que tienen allí, especialmente cuando arrecia el frío (eso que llamamos frío acá y fuera llaman fresco), su nombre es Le Cirque, evocando un gusto a lo francés, luego volvimos y nos comimos un cupcake de Brownie con tope de crema con nueces, demasiado sabroso, por lo que amplié la nota para cambiar la foto y colocar ese complemento del chocolate.-
El dueño nos atendió excelente y la verdad que el ambiente hizo que el 50% de los temas de conversación versaran sobre lo exquisito del lugar.
Sin embargo, como no tenía mucho efectivo y el local no tenía punto disponible en ese momento, dentro de los temas de conversación con el dueño, me indicó que podría pagar en el otro local con mi tarjeta de débito, que si me gustaba ese sitio, que el otro me iba a encantar, ya que tiene más tiempo funcionando, es más grande y su hermano se la pasa cantando en el sitio, lo cual genera un ambiente mucho más divertido, lo que aunado a que me indicó que había una golden muy simpática en el local, cosa derritió de ganas a Vaniuska, nos fuimos derechito al otro local
La Floris está en la calle de la salida del Hatillo, en frente de Don Churro, subiendo por el restaurant mexicano, se ve una escalera a mano izquierda de la calle y allí se encontraba el hermano del dueño de Le Cirque, cantando en el final de las escaleras, canciones que habían en la red, con música al estilo francés, pero canciones pop rock, una combinación muy buena.
El sitio como nos contaron, era mucho más grande, techo alto con espacio para mucha más decoración. En ese momento estaba también una venta de ropa vintage, con muy buenos artículos, ropa, zapatos, lentes, correas, de todo.
Nos sentamos en una ventana, lamentablemente como ando de reposo no pudimos tomar de las bebidas alcohólicas que tenían, pero dimos un vistazo al menú y aparte de los tragos, tenían varios platos franceses como las clásicas Creppes.-
La pasamos muy bien, cantaron como 6 canciones, que como dije, con música afrancesada, interpretaron entre otros a Lady Gaga y George Michel, con un Ipad y un micrófono inalámbrico con un volumen aceptable para no dejar de conversar en otro sofá que se prestó para otra larga y romántica tertulia.-
La Floris et Le Cirque, lugares que frecuentaré más seguido en El Hatillo, en el medio de todo, pero lejos de lo convencional.-
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